Cada una de las etapas del proceso administrativo se rige por una serie de principios ya que se necesita y es indispensable esta aplicación para lograr una administración racional.
Los Principios de las administración son disposiciones que orientan al pensamiento a osbdervarse eb la acción administrativa.
Por tanto, para planear eficientemente, es necesario tomar en cuenta los siguientes principios:
1.- Factibilidad: lo que se planee debe ser realizable; es inoperante elaborar planes demasiado ambiciosos y optimistas que sean imposibles de lograrse. La planeacion debe adaptarse a la realidad y a las condiciones objetivas que actúan en el medio(fig. 3.1)
Los Principios de las administración son disposiciones que orientan al pensamiento a osbdervarse eb la acción administrativa.
Por tanto, para planear eficientemente, es necesario tomar en cuenta los siguientes principios:
1.- Factibilidad: lo que se planee debe ser realizable; es inoperante elaborar planes demasiado ambiciosos y optimistas que sean imposibles de lograrse. La planeacion debe adaptarse a la realidad y a las condiciones objetivas que actúan en el medio(fig. 3.1)
2.- Objetividad y cuantificación: Cuando se planea es necesario basarse en datos reales, razonamientos precisos, y exactos, y nunca en opiniones subjetivas, espectaculaciones, o cálculos arbitrarios. Este principio, conocido también como el principio de Precisión, establece la necesidad de utilizar datos objetivos tales como estadísticas, estudios de mercado, estudios de factibilidad, cálculos Probabilísticos, modelos matemáticos y datos numéricos, al elaborar planes para reducir al mínimo, los riesgos.
La planeación será más confiable en tanto que pueda ser cuantificada, o sea, expresada en timepo, dinero, cantidades, y especificaciones (porcentajes, unidades, volumen, etc.). La cuantificación facilita la ejecución y evaluación del progreso de los planes (fig. 3.2)
La planeación será más confiable en tanto que pueda ser cuantificada, o sea, expresada en timepo, dinero, cantidades, y especificaciones (porcentajes, unidades, volumen, etc.). La cuantificación facilita la ejecución y evaluación del progreso de los planes (fig. 3.2)
3.- Flexibilidad: Al elaborar un plan, es conveniente establecer márgenes de holgura que perminten afrontar situaciones imprevistas, y que proporcionen nuevos cursos de accción que se ajusten fácilmente a las condiciones. El no establecer "colchones de seguridad" puede ocasionar resultados desastrosos (fig. 3.3).
4.-Unidad: Todos los planes espe´cificas de la empresa deben integrarse a un plan general, y dirigirse al logro de los propósitos y objetivos generales, de tal manera que sean consistentes en cuanto a su enfoque, y armónicos en cuanto al équilibrio e interrelación que debe existir entre éstos (fig. 3.4).
5.- Del cambio de estrategias. Cuando un plan se extiende en relación con el tiempo (largo plazo), será necesario rehacerlo completamente. Esto no quiere decir que se abandonen los propósitos, sino que la empresa tendrá que modificar los cursos de acción (estrategias), y consecuentemente las políticas, programas, procedimientos, y presupuestos, para lograrlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario